Ignacio, un «disciplinado» maratoniano… By Antonio Sánchez Martí
Sorpresas te da la vida, y si sabes encararla bien, grandes satisfacciones. Como muchas que cuento en Blog – Ignacio Pío Galdos (vidamaraton.com) Como la que cuento esta semana.
Hace tiempo que sigo la muy interesante newsletter sobre formación comercial de Antonio Sánchez Martí, uno de los mejores y más reconocidos formadores en España en su campo. Además, alguien que no tiene pelos en la lengua, que llama al pan, pan, y al vino, vino. Vamos, que no es un gurú de estos que levitan y que, al terminar, te dejan mareado, pero de sustancia y practicidad…, poca. Es de los que dan algo que vale, y no humo.
En pocas palabras, si quieres saber de qué va esto de la venta, y mejorar lo que sabes (o crees que sabes), te aconsejo hablar con él. Para irle conociendo, lo mejor es empezar a escucharle (mejor dicho, leerle) en 👉 https://antoniosanchezmarti.es/squeeze-suscripcion-web/
Y resulta que el pasado 26 de enero escribió sobre la importancia de la disciplina en el proceso comercial. ¿Qué dijo? ¿Marcianadas? ¿Descubrió una fórmula secreta para vender más? ¿Había encontrado la piedra filosofal? Nada de eso. Lo que decía lo sabemos todos, pero no siempre lo aplicamos. Por ejemplo, y cito:
- «La disciplina si es el camino para poder llegar a lo más alto de las ventas. Cuesta mucho pero es el camino. No es sexy, no es emocionante, ¡ojalá lo fuera! Pero es constante y poderosa».
- «El tipo disciplinado hace llamadas, sigue a sus clientes potenciales y mejora sus habilidades, incluso cuando la emoción desaparece».
- «¿Adivina, quién es el verdadero crack? Pues eso, el que abraza la disciplina».
Y cosas por el estilo… A ver, que levante la mano quien se haya sorprendido, quien diga que jamás se le hubiera ocurrido esto. Nadie, ¿verdad? Y ahora, que levante la mano quien abrace esto, la disciplina, como modo de vida. Estoy mirando…
No quise callarme, y escribí a Antonio. Le dije que como maratoniano no podía estar más de acuerdo con él, compartí con él unas cuantas reflexiones relacionadas, y mira por dónde… Al poco, me contestó diciéndome que le encantaba mi discurso y proponiéndome participar en uno de sus mails, replicando literalmente mis comentarios. ¡Y que ya había comprado «Vida y Maratón», aunque no prometía hacerse maratoniano…
¿Qué iba a decir yo…? Naturalmente, que ENCANTADO. Un placer, un honor, y un privilegio.
Dicho y hecho, ya he dicho que Antonio no es de los que andan por las nubes. Pocos días después, éste fue su mail:
Ignacio, un «disciplinado» maratoniano…
Este es un email especial.
Hay personas que solo escuchan, no hacen.
(No es suficiente si se quiere conseguir resultados relevantes).
Hay personas que no escuchan ni tampoco hacen.
(Esperar milagros, echa a la lotería).
Están las que escuchan y hacen.
(A estas personas no les puede ir mal nunca).
Y luego están los super mega cracks, los que consiguen resultados significativos.
Aquellos que escuchan, hacen y repiten la acción una y otra vez. Trabajan un ingrediente nada secreto.
Son muy disciplinadas.
Te presento a Ignacio, una de esas personas.
Un maratoniano vasco y fiel suscriptor.
Hoy le paso los mandos del email, porque de estas personas son de las que hay que aprender.
Aportando luz.
Dale…
«Hola, Antonio.
Te sigo desde hace tiempo y estoy muy de acuerdo con casi todo lo que sueles explicar sobre la venta. Pero tu mail del pasado 26 de enero («Este email te va a desmotivar») me gustó especialmente.
Hablabas del poder de la disciplina, y decías que la disciplina no era sexy ni excitante, pero sí el camino para poder llegar a lo más alto de las ventas. La disciplina, decías también, es como el entrenamiento constante.
El crack, sí, es el que abraza la disciplina.
No puedo estar más de acuerdo. Para llegar a lo más alto de las ventas, o de cualquier cosa que te propongas.
A veces se identifica equivocadamente la disciplina con figuras como las del clásico sargento chusquero gritón, que impone castigos de calabozo y de mondar patatas. Eso no es disciplina, o, como mucho, es disciplina de opereta.
La verdadera disciplina es la que nace de cada uno, y que cada uno debe cuidar de alimentar. La que le hace ser el gobernador de su cuerpo y de su mente. La que le permite ser dueño de su comportamiento, en suma, y no el esclavo de sus emociones. Que, como sabemos, van y vienen, suben y bajan.
En breve: la disciplina nos hace libres.
Esa es la disciplina que defiendo.
Yo soy maratoniano, y sé que, sin disciplina, aparte de otras cualidades, no se pueden preparar ni correr maratones. Ni tampoco vender de forma continuada.
En realidad, ni hacer nada en la vida con una mínima exigencia, que es lo que realmente merece la pena. Para tomar una caña y echar la siesta valemos todos, vale cualquiera.
¿Qué es disciplina…?
Disciplina es,
ʘ combatir el lado malo que tenemos cada uno.
ʘ es estar dispuesto a mejorar siempre y en todo momento, abandonando viejos y malos hábitos.
ʘ es salir a entrenar a las cinco de la mañana, aunque caiga el diluvio.
ʘ es hacer las llamadas a clientes que hay que hacer, y ni una menos.
ʘ es terminar el entrenamiento, aunque estemos cansados y con ganas de parar.
ʘ es hacer esa llamada que no apetece nada.
ʘ es alimentarnos sirviéndonos de los alimentos, y no sirviéndoles a ellos.
ʘ es dedicar un tiempo adecuado, gris y poco lucido, para informarnos bien antes de hablar con nuestro cliente.
ʘ es comprometerse a no vivir amparado en la queja constante, y querer asumir las propias responsabilidades.
ʘ es seguir corriendo en el kilómetro 35 de la maratón, aunque queramos buscar la puerta de salida y desaparecer.
ʘ es cerrar la boca y no interrumpir cuando habla nuestro interlocutor, para demostrarle (eso creemos…) lo listos que somos.
ʘ es volver al camino correcto cuando nos desviamos o nos equivocamos (todos pecamos).
ʘ es no ceder a la tentación de dejarnos avasallar por determinados clientes que no nos respetan, ni respetan a nadie.
ʘ es querer formarnos, siempre, en el talante de humildad de que no lo sabemos todo (ni mucho menos).
ʘ es ser capaz de renunciar y priorizar. Renunciar a lo que nos aparta del objetivo. Priorizar lo que nos acerca. Aunque a veces no guste.
ʘ es estar dispuesto a levantarse, una y mil veces, cuando nos caemos o nos tiran.
ʘ es aprender a aceptar que hay cosas que no dependen de nosotros, y otras que sí. Y que debemos centrar nuestro esfuerzo en estas segundas.
…
¿Es necesario seguir? Disciplina es hacer lo que toca, cuando toca.
Y siempre sabemos lo que toca hacer en cada momento, aunque a veces nos engañemos (o pretendamos engañarnos).
Pero, por fortuna, la disciplina se entrena. Como cualquier músculo. Día a día, acción a acción, renuncia a renuncia. Forjando un carácter.
Que nos sirva para llegar a nuestros objetivos (ventas, maratones, o lo que sea…), con mayor facilidad y asiduidad.
Ése es el precio, ése es el peaje. Otra cosa es que queramos pagarlo. Ser disciplinados.
¿Queremos…?
A ver…
¿Queremos vender bien?
Qué fácil…
Probemos a reformular el objetivo:
¿queremos hacer el esfuerzo para aprender a vender bien (formarnos, abandonar viejas y cómodas rutinas, desaprender conocimientos inútiles…)?
¿Queremos correr una maratón?
Qué fácil…
Reformulamos:
¿queremos hacer el esfuerzo para correr una maratón (entrenar 5 días a la semana, madrugar, alimentarnos convenientemente…)?
¿Queremos…?
¿Queremos hacer el esfuerzo para…?
Ah, eso ya es diferente, ¿verdad?
Milagros, en Lourdes.
Pues una última buena noticia: con disciplina, no sólo es posible. Es que es más fácil.
Nada más, Antonio. La disciplina nos hace poderosos, como muy bien decías. Claro que sí. La disciplina nos hace libres.
¡Larga vida a la disciplina, bien entendida!
Amén Ignacio.
Bravo. 👏👏👏
PD: Al principio iba a hacer una presentación más canónica de Ignacio, pero creo que este email ya habla mucho de quien es él.
Pero si quieres saber más de él, lo mejor es