Empezamos la carrera…
Cuando faltan pocos minutos para empezar la carrera, y formas parte de una pequeña multitud que se agolpa tras la línea de salida, cada cual vive la experiencia de forma diferente.
Hay quien está tranquilo, hay quien no para quieto estirando músculos, hay quien canta y corea las canciones que la organización pone en megafonía, hay quien saluda y abraza a quien tiene cerca, y hay quien está inquieto, concentrado, y deseando que la carrera empiece de una vez.
Yo soy de esos últimos. Reconozco que esos momentos no me gustan. Me encantaría disfrutarlos, pero no puedo. Es curioso, no me va nada en la carrera que voy a disputar, no vivo de ello, no tengo razón real para no estar tranquilo.
¿Seguro…? Pues para mí, sí. Quiero hacerlo bien, me gusta saber que me he esforzado lo que he podido, y que me esforzaré lo mismo en el camino que tengo por delante. Por eso, estoy deseando que se termine la espera, y ponerme manos a la obra.
Ahora empiezo otra carrera, con «Vida y Maratón, Maratón y Vida». Me he preparado lo mejor que he podido, y el resultado lo voy a empezar a conocer muy en breve.
Esta carrera no la corro solo, tampoco las otras que he corrido y correré. ¿Por qué estoy aquí, ahora? ¿Por qué me he apuntado a esta carrera, que es un poco diferente a las anteriores en las que he participado? ¿Cuándo y cómo tomé la decisión? ¿Aportaré algo positivo a alguien? ¿A mí mismo? ¿Merecerá la pena? ¿Para mí, para alguien más?
Son solo algunas de las muchas preguntas que me vienen a la cabeza, en este momento en que espero con impaciencia el pistoletazo de salida, y ya empezar a mover las piernas.
Tal vez sigamos reflexionando juntos, si tú también te has apuntado a esta carrera.
Empezamos…