Puntos andantes de información.
Es la propuesta de cambio de nombre a realizar para sustituir al de «liebre». Porque no refleja la realidad de la función.
O, si no, veamos.
(Continuación, en cierta manera, de las reflexiones de https://www.vidamaraton.com/de-liebre/)
¿En qué cajón sales? ¿A qué hora sales? ¿Puedo ir contigo?
Indiscutiblemente, la pregunta más realizada antes de empezar. Lo menos, diez veces, el otro día en Behobia, antes de empezar la famosa carrera Behobia-San Sebastián (https://www.behobia-sansebastian.com/carrera/index.php?lang=es).
¿A qué ritmo vas a ir?
También.
¿Puedo ir en otro cajón que no es el mío?
Y, aquí, el interesado se enzarza en una complicada historia acerca del primo de un amigo, que va a llegar tarde, no se sabe por qué razón, pero que a lo mejor sale antes, después, o durante… No lo estoy explicando bien, pero es que el relato es completamente incomprensible…
Lo mismo… Aquí toca explicar que sí, claro, pero nunca más delante de lo que corresponde. Porque, si no, descalificación…
¿Seguro?
Seguro. Son muy estrictos con eso.
¿Por dónde se va a la salida? ¿Por allí?
No, por allí… No, no, por allí, no. ¡Que vas en otra dirección!
Puntos andantes de información…
La verdad, es que la gente te mira con respeto (mira, la liebre de …; a ver si me pego a ella y puedo hacer ese tiempo) y te vienen a preguntar casi con un punto de miedo. Que no es para tanto, hombre, dan ganas de decir, que soy como tú, o como cualquiera. Sólo que con una bandera en la espalda.
Hay incluso quien quiere sacarse una foto contigo. Shelebre por un día… Esto nos pasó el domingo a Alazne, compañera de entrenos, amiga, también liebre, y a mí; una pareja se nos acercó y nos pidió hacerse una foto con nosotros. ¡Como si fuéramos Assefa y Kiptum…! Encima, con fotógrafo de calidad: Fidel, su marido, que estaba por ahí…
Arrancamos. Empiezan los nervios. Primer kilómetro.
¿No vamos demasiado rápido?
No, tranquilo, siempre ocurre al salir, y además ahora viene la cuesta del paseo de Colón, en Irún. Esos segundos nos van a servir para subir un poco más tranquilos.
¿Seguro…? ¿Has hecho la Behobia más veces?
Alguna. Tranquilo.
Primer avituallamiento.
¿El agua es a la derecha o a la izquierda?
A la izquierda. Venga, pasa, di que vas de mi parte, yo invito… Es una broma malísima, la verdad, pero todo el mundo se ríe, haciendo un poco la pelota. No hay que indisponerse con la autoridad…
Cruzamos la zona de subidas y bajadas de Ventas. Se palpa el nerviosismo…
¿Queda mucho para Gaintzurizketa? ¿Es más, o menos duro que Miracruz? ¿Qué distancia tiene?
No. Depende. Más duro, pero estamos más frescos… Menos de un kilómetro… Podemos beber tranquilos antes de empezar, hay agua…a la izquierda. Llevamos 45 segundos de margen para beber tranquilos. ¡Hay lo menos 5 mesas! ¡No hay que ir todos a la primera…!
Vamos subiendo.
Puntos andantes de información…
¿Cuánto queda…? ¿Queda mucho…?
Parecen los niños en los viajes largos, que empiezan a preguntar lo que queda a los cinco minutos de salir de casa. Bueno, es tradición. Nada, no queda nada. Dos curvas y ya está.
Hemos bajado el ritmo. ¿Luego recuperamos?
Claro que hemos bajado el ritmo. ¿Qué pensabas? ¿Subir más rápido…? Sí, luego recuperamos de sobra. Tranquilo…
¿Cuánto es la bajada?
Unos dos kilómetros, un poco menos. Descansa…
¿Hemos llegado a Rentería? ¿Cuándo llegamos? Me han dicho que hay ambientazo…
Pronto, pronto. Sí, suele haber mucha gente.
¿Y cuántas cuestas quedan?
Uf… Tres: Capuchinos, al salir de Rentería, Pasai Antxo y, claro, Miracruz…
¿Cuál es más dura…?
Miracruz, Capuchinos y Antxo…
¿Seguro?
Sí.
¿Has hecho más Behobias…?
Alguna que otra…
Cruzamos Rentería, con mucho ambiente como siempre. Ya lo habíamos anticipado, ofrecemos un servicio de calidad. Subimos Capuchinos, que al final se hace largo, con esa rampilla final, de propina, cuando el que no la conoce cree que ya se ha acabado la cuesta…, y llegamos a Antxo.
Oye, que esta cuesta antes de Antxo no nos la habías advertido…
Esta no cuenta, que ya traíamos el impulso de la bajada de Capuchinos… ¡Si es que nos quejamos por vicio!
¿Hay agua antes de Micracruz? Es que me quiero tomar el gel. ¿Y luego todo es llano…?
Sí. Sí. Sí. Dudas si explicar que, al torcer por la Avenida de Navarra, en Jesuitas, hay un pequeño repechito que, según como vayas, no hace ninguna gracia… Bueno, mejor no meternos en líos.
Subimos y bajamos Miracruz. Ya casi se ve la meta desde allí. Quien se sienta con ganas, que tire para adelante y abandone el grupo. ¡Ah! Y hay que peinarse, acicalarse y ponerse guapo y guapa para la foto de la familia. Que no es cosa de llegar de cualquier manera a meta. ¡Va!
Manolo, de Murcia. Gracias por tu labor. ¡Si bajas por allí, para lo que quieras!
Estampida… Quedas más o menos solo, adelantado corredores más o menos perjudicados. El ritmo de las preguntas decrece, también.
Bajas tranquilamente, enfilas la Avenida de Navarra, Zurriola y Boulevard. Saludando a amigos y familiares.
¿EN CUÁL DE LOS ARCOS ES LA META?
Hombre, Manolo. ¿No te habías ido…?
Entramos en meta, objetivo cumplido. Si no, Juancar, responsable de las liebres (perdón, de los Puntos Andantes de Información) nos pone mala nota, y eso no puede ser.
Fuera bromas, es un auténtico privilegio poder hablar y ayudar a tanta gente. Es una experiencia extraordinaria que recomiendo vivamente a cualquiera. El sentimiento de hermandad es grande, y en realidad soy yo el agradecido. Gracias, gracias, y, por si no ha quedado claro, ¡GRACIAS!
Recogemos la medalla, nos saludamos con muchos de los corredores con los que hemos coincidido, dejamos el arnés y la banderola, recuperamos la mochila y disfrutamos del último avituallamiento, y a casa.
Esperamos que cuando lleguemos no nos hagan más preguntas…
Eres un crack!!!!
Tú sí que eres un crack, Gabriel. Por algo te seguimos tantos, desde hace tantos años…
El artículo está hecho con humor, pero con mucho cariño.
Abrazo!